Las claves para quemar grasa

Las claves para quemar grasa

Déficit calórico y “quemar” grasa

El enfoque convencional para perder peso y “quemar” grasa, es a través de un déficit calórico. En palabras simples, gastar más energía de la que consumes.

Las redes sociales están plagadas de este mensaje, en general promovido por fitness trainers, personal trainers y nutricionistas.

Es tanta la obsesión con esta “verdad” inquebrantable, que un profesor de nutrición norteamericano decidió alimentarse exclusivamente de galletas, queques y comida chatarra por 10 semanas, pero con la salvedad de que estaba en déficit calórico, para demostrar que esa es la razón por la que perdemos peso, independiente del origen de la calorías. Si bien su experimento fue exitoso en el corto plazo, a continuación te explicaré porqué no funciona en el largo plazo.

Las claves para quemar grasa 1

¿No tienes tiempo para leer?

Escucha el contenido de este blog en mi podcast El Método Kinu

Foco en el corto plazo. Pan para hoy, hambre para mañana

La creencia habitual es que, hacer dieta (reducir la ingesta calórica), combinado con ejercicio aeróbico ( aumentar el gasto energético), es la receta segura para perder peso y quemar grasa. Pero lamentablemente este enfoque, solo funciona en el corto plazo y, si lo mantienes en el tiempo, es la receta segura para subir de peso.

Veamos el caso de Paula

Paula es una mujer de 40 años, actualmente pesa 68 kilos, mide 1 metro y 70 centímetros y tiene un nivel de actividad física moderado. Paula consume aproximadamente 2000 a 2100 calorías.

Paula quiere perder 8 kilos, motivo que la lleva a consultar con su nutricionista. La especialista le explica que debe reducir su ingesta calórica, con el objetivo de generar un déficit calórico y así perder peso. Asimismo, le explica que, si genera un déficit de 20%, estará oxidando aproximadamente 400 gramos de grasa a la semana. Es decir, Paula podría lograr su objetivo en 4 meses siguiendo este enfoque.

Pero Paula quiere lograr su objetivo antes de 4 meses. Entonces la nutricionista le recomienda generar un déficit de 40%, que le permitirá perder cerca de 800 gramos de grasa cada semana, y así alcanzar su objetivo en 10 semanas.

Para lograrlo, Paula necesita reducir su ingesta calórica de 2000 a 1200 calorías por día. Paula además comienza a asistir a clases de spinning 4 veces a la semana para asegurarse de generar el déficit que necesita.

¡3 kilos en un 1 mes!

Luego de 3 semanas, Paula ha perdido 2,5 kilos lo que la pone muy contenta.

Cuando ya completa 1 mes, la balanza indica 65 kilos, es decir una pérdida de 3 kilos. Eso sí, Paula se da cuenta que la tasa a la que pierde peso ha comenzado a decaer, entonces aumenta sus días de entrenamiento a 5 días.

Me estanqué

Una vez transcurridas 6 semanas, Paula asiste nuevamente a la nutricionista y le comenta que, si bien está contenta porque ya ha bajado 4 kilos, aún le quedan otros 4 por perder y teme no poder lograrlo.

La especialista entonces le recomienda reducir su ingesta calórica a 1000 calorías diarias durante un mes. Con seguridad, este enfoque le permitirá alcanzar su objetivo.

Frustración

Paula, sigue la dieta al pie de la letra además de continuar con sus sesiones de spinning 5 veces a la semana. Pasan 2, 3 semanas, 1 mes, 2 meses y la balanza solo muestra 1 kilo adicional perdido. Paula está cada vez más frustrada y, sumado a esto se siente más cansada de lo habitual y con ganas de comer. Decide reducir la frecuencia de spinning a solo 3 días a la semana.

Finalmente luego de casi 4 meses de dieta y ejercicios, Paula se siente muy frustrada, pues no logró perder todo el peso que quería. Visita a su nutricionista y le explica que no puede continuar así, se siente irritable, falta de energía y con hambre constante.

Efecto rebote

Paula vuelve a su hogar, está muy cansada y decide volver a comer con mayor normalidad. Pero siendo precavida, solo aumenta su ingesta calórica a aproximadamente 1500 calorías diarias. Es decir, aún en déficit en relación con las 2000 que consumía antes de comenzar la dieta.

Paula comienza a subir de peso, de manera lenta, pero segura, consumiendo no más de 1500 calorías diarias. Y al cabo de 1 año, ha subido cerca de 8 kilos. El nivel de frustración es inmenso. ¿Qué hice mal? Se pregunta Paula.

No esperes resultados distintos, haciendo más de lo mismo

Después de atender a tantas mujeres con este problema y estudiar a diario, manteniendo siempre un enfoque libre de dogmas y paradigmas, me di cuenta de que hacer más de lo mismo, nos lleva a obtener más de lo mismo.

En los siguientes párrafos voy a derribar varios paradigmas y, tu entendimiento sobre cómo oxidar grasa, va a cambiar por completo.

Cardio es una mala opción para oxidar grasa en el largo plazo

Probablemente te estés preguntando; ¿Qué? ¿Hacer cardio no ayuda a quemar grasa? ¡No puede ser!

Cierto, es difícil de creer, pues es lo que nos han recomendado durante décadas. Pero la realidad, es que, en el largo plazo, es una muy mala estrategia.

Es verdad que el ejercicio aeróbico quema más calorías durante el entrenamiento que otras disciplinas. Es también verdad que oxida más grasa que cualquier otro ejercicio. Pero ese es exactamente el problema.

Cuando realizas ejercicios aeróbicos o de cardio, quemas calorías, pero también envías una señal de estrés a tu cuerpo, que le dice a tu organismo que se adapte. Nuestro cuerpo está diseñado para mitigar el estrés, volviéndose más resiliente y eficiente al estresor. Entonces, la próxima vez que te expongas al mismo ejercicio, el nivel de estrés será menor.

Los ejercicios aeróbicos nos llevan a quemar una cantidad importante de calorías durante el entrenamiento, lo que es interpretado por nuestro cuerpo como estrés. No olvides que evolucionamos durante millones de años en un ambiente de escasez. ¿Qué implicancia tiene esto? Nuestro cuerpo asume que, si gastamos demasiadas calorías muy rápido, podrías morir por inanición.

Entonces el ejercicio aeróbico, le dice a nuestro organismo que se adapte y se vuelva más eficiente en su uso de energía. En otras palabras, que reduzca la tasa metabólica y gaste menos energía. Tal como le sucedió a Paula.

Esto mismo sucede con los atletas de endurance, que gastan menos energía en la medida que su cuerpo mejora su rendimiento aeróbico.

Comer poco y ejercitar mucho, puede llevarte a subir de peso.

Nuestro cuerpo siempre va a buscar balance energético, es decir que nuestro gasto energético sea igual a nuestra ingesta calórica. Entonces, si generas un déficit calórico continuo, ya sea reduciendo calorías o, a través de una combinación de dieta y ejercicios aeróbicos, tu tasa metabólica se reducirá lo suficiente como para alcanzar balance energético.

Como vimos en el caso de Paula, luego de dejar la dieta atrás y aumentar sus calorías a 1500, que significaba 500 calorías menos que lo que consumía en un principio, la llevó a subir 8 kilos en un año. ¿Por qué? Pues porque luego de 6 a 8 semanas en dieta y ejercicios, su tasa metabólica se había reducido a 1000 – 1200 calorías. Por lo tanto, al subirlas a solo 1500, generó un superávit calórico de 300 a 500 calorías diarias, que la llevó a subir de peso.

Quemar calorías a expensas de masa muscular

Otro gran problema que se genera a través del enfoque convencional es que, uno de los procesos adaptativos que nos llevan a quemar menos calorías luego de someter a nuestro organismo a altos niveles de estrés causado por un déficit calórico continuo, es reduciendo masa muscular. Esta es una de las razones por las que los atletas de endurance sostienen una menor masa muscular, pues a menor masa muscular, menor gasto energético.

Asimismo, ocurren cambios endocrinos que reducen nuestra tasa metabólica basal, la variable más importante respecto del gasto energético diario, que además generan cambios en nuestro comportamiento, pues tendemos a movernos menos cuando no nos ejercitamos, a sentir hambre con más frecuencia y a no generar saciedad a pesar de haber comido.

Cómo perder grasa para siempre

Probablemente el caso de Paula te suene familiar y, si te ha pasado a ti, no te preocupes porque sí hay una manera de solucionar el problema y alcanzar un cuerpo magro, fuerte y vigoroso, que no solo nos permita vernos bien y mejorar nuestra autoestima, sino que contribuir a crear salud en lugar de manejar enfermedades.

 ¿Por qué subimos de peso?

La principal razón por la que subimos de peso es porque nos alimentamos a partir de productos con sabor alimento. Es decir, productos procesados y ultraprocesados, como el pan integral envasado, cereales para el desayuno, yogur etc.

El solo hecho de basar nuestra alimentación en productos procesados, nos lleva a consumir en promedio 500 calorías más por día. Esto fue demostrado por el prestigioso National Institute of Health de Estados Unidos en el estudio titulado Ultra-Processed Diets Cause Excess Calorie Intake and Weight Gain.

Esta es la razón por la cual la obesidad ha alcanzado niveles nunca visto en América Latina. Esta situación genera que cada año mueran más de 600 mil personas en esta región a causa de enfermedades crónicas derivadas del sobrepeso y obesidad.

Si a lo anterior sumamos que latino américa es la región más sedentaria del mundo, más claro aún se nos hace entender cuál es la raíz del problema.

Dile no a las dietas

La mejor manera de generar un déficit calórico es dejar los productos procesados atrás y adoptar un estilo de alimentación basado en alimentos reales, en donde predomine la ingesta de proteína y fibra, grasas saludables y, en menor medida, carbohidratos enteros.

El solo hecho de hacerlo, te llevará a comer menos, sin la necesidad de contar calorías. Pues estarás generando saciedad y, por lo tanto, la comida dejará de ser un tema en tu vida. Tal como fue demostrado en el estudio antes mencionado.

Fortalece tu cuerpo. Ejercicios de fuerza.

La mejor manera de mantener una buena tasa metabólica basal es a través del desarrollo muscular y su mantenimiento.

Dado que nuestro metabolismo basal (gasto energético en reposo), representa el mayor gasto energético diario, es muy importante entregarle las señales correctas a nuestro organismo, para que nuestro gasto energético no decaiga.

Por eso es muy importante que mientras pierdes peso, al menos mantengas tu masa muscular para evitar que tu metabolismo se ralentice.

Asimismo, a mayor masa muscular, mayor sensibilidad a la insulina, pues tu repositorio de glucógeno aumenta, mejorando así las posibilidades de oxidar grasa.

¿Y cómo promueves el desarrollo muscular?

Levantando peso. Puede ser tu propio peso o peso externo.

Y no me refiero a levantar peso además de hacer ejercicio aeróbico extenuante, sino estarás nuevamente estresando a tu metabolismo.

Lo que necesitas hacer es levantar peso para activar la síntesis muscular y desarrollo de fuerza, en donde el descanso es fundamental.

Al hacerlo, estarás enviando las señales a tu cuerpo que le dicen que “la fuerza y desarrollo muscular son una prioridad” y dado que el entrenamiento de fuerza no quema una gran cantidad de calorías durante el entrenamiento, las probabilidades de que tu metabolismo se estrese y se vuelva “eficiente” son mucho menores. Esta adaptación, permite aumentar tu tasa metabólica, es decir gastas más energía, fortaleces tu cuerpo y reduces tallas. ¡Qué mejor!

Cuando Paula, quien consumiendo 1500 calorías llegó a subir 8 kilos de grasa; cambió su enfoque a uno de alimentación real y ejercicios de fuerza, logró reducir tallas con un consumo de 1800 a 2000 calorías, logrando un cuerpo magro y esbelto y, lo mejor de todo, cambios que son sostenibles en el tiempo a través de un estilo de alimentación basado en alimentos reales y un estilo de vida en movimiento.

Ejercicios de fuerza: 5 beneficios

  1. Aumento de masa muscular: la masa muscular naturalmente decae en la medida que avanzamos en edad. No obstante, el entrenamiento de fuerza te permite revertir esta tendencia.
  2. Huesos fuertes: el entrenamiento de fuerza aumenta la densidad ósea, por lo que nos ayuda a prevenir osteoporosis y fracturas. 
  3. Flexibilidad: el entrenamiento de fuerza nos permite mantener articulaciones flexibles.
  4. Control del peso: en la medida que ganas masa muscular, tu tasa metabólica aumenta, gastas más calorías y se te hace más sencillo mantener un peso estable y un cuerpo magro y fuerte.
  5. Balance: el entrenamiento de fuerza te permite mejorar tu balance y flexibilidad, mejorando así tu equilibrio y reduciendo las probabilidades de caídas y lesiones.

¿Nunca más ejercicio aeróbico?

El enfoque que les he explicado es una excelente manera para oxidar grasa, mantener un cuerpo magro, evitar sarcopenia (pérdida de masa muscular), prevenir osteoporosis y mantener una buena salud metabólica.

¿Significa esto que nunca más debiese hacer ejercicios aeróbicos? ¡Por supuesto que no! Si los disfrutas, pueden entregarte múltiples beneficios, pero no los utilices como una herramienta para aumentar el gasto calórico y así bajar de peso. ¡El mejor ejercicio aeróbico es caminar!

Pero no olvides que el objetivo debe ser el desarollo y posterior mantenimiento de una buena masa muscular, que te permitirá sostener los cambios en el tiempo.

Comienza el cambio hoy

Te invito a que revises mis programas de alimentación que tenemos disponibles en kinucoaching.com a través de los cuales te ayudaré a implementar la alimentación que necesitas para crear y mantener salud.

Una muy buena combinación es el pack Kinu Cycling + 30 días de Flow, a través de los cuales aprenderás a implementar la alimentación que necesitas para recuperar tu flexibilidad metabólica y a desarrollar fuerza, movilidad y estabilidad articular.

3

PROGRAMA ONLINE:

Kinu Cycling
Baja de peso a través de ciclos de
alimentación keto y ayunos intermitentes.

¿Bajas calorías y no pierdes peso?

¿Bajas calorías y no pierdes peso?

Metabolismo

Probablemente has escuchado o leído la palabra metabolismo una infinidad de veces, en particular si has hecho de todo para perder peso y aún no lo logras.

En términos simples, el metabolismo es el conjunto de reacciones químicas que ocurren a nivel celular, que transforman los alimentos en energía.

Todas las funciones del cuerpo humano requieren de energía para llevarse a cabo correctamente. Desde respirar y el latir del corazón, hasta el ejercicio físico y la risa.

Así como los kilogramos son una unidad de medida de peso, las calorías son una unidad de medición de energía. (1 caloría = 1000 gramos de calorías = 1 Kcal).

 

¿Bajas calorías y no pierdes peso? 2

¿No tienes tiempo para leer?

Escucha el contenido de este blog en mi podcast El Método Kinu

Macronutrientes

Nuestro cuerpo recibe energía a través de nuestra dieta en la forma de macronutrientes. Los 3 macronutrientes principales son los carbohidratos (4 calorías por gramo), grasas (9 calorías por gramo) y proteínas (4 calorías por gramo).

Las proteínas son esenciales para la vida humana y están compuestas por aminoácidos. Las proteínas son de suma importancia, pues son requeridas en todos los procesos biológicos del cuerpo humano, como la función inmunitaria, producción de enzimas, producción de hormonas, síntesis y reparación muscular entre muchas otras.

Buenas fuentes de proteínas de alta biodisponibilidad incluyen a las carnes, pescados, aves, mariscos, huevos, leche entre otros. Hay fuentes de origen vegetal de menor biodisponibilidad y acompañadas de otros macronutrientes, como las legumbres y frutos secos, entre otras.

Las grasas también son esenciales para la vida humana. Proveen energía y cumplen un rol estructural a nivel celular. Son críticas para el funcionamiento del sistema nervioso, absorción y almacenamiento de algunas vitaminas, desarrollo y función cerebral, entre muchas otras.

Buenas fuentes de grasas incluyen aceite de oliva, aceite de coco, palta/aguacate y pescados grasos, entre otros.

Los carbohidratos, si bien no son esenciales para la vida humana, pueden cumplir una función importante y tienen 3 roles fundamentales:

  1. Fuente de energía inmediata
  2. Reservas energéticas (glucógeno) y,
  3. Apoyo de la función digestiva (fibra).

Buenas fuentes de carbohidratos incluyen las frutas, legumbres, avena, arroz y quinoa, entre muchas otras.

Reservas de energía

Nuestro organismo tiene la capacidad de almacenar energía en forma de glucógeno hepático y muscular, que alcanza aproximadamente a 2000 calorías, es decir el equivalente a 12 a 36 horas de energía dependiendo de la persona y su nivel de actividad física. Los carbohidratos son la fuente que utiliza nuestro cuerpo para producir glucógeno.

La grasa es otro formato, muy eficiente, para almacenar energía para un uso futuro. Se almacenan como triglicéridos y podemos guardar reservas por sobre las 100.000 calorías. Es decir, nos permiten pasar períodos prolongados de inanición, y así sobrevivir hasta la próxima oportunidad de nutrirnos. Los carbohidratos y las grasas en la dieta son las fuentes que nuestro cuerpo utiliza para producir triglicéridos.

Balance energético

Cuando nuestra ingesta calórica es equivalente a nuestro gasto energético, nuestro peso permanece estable.

Entonces, bajo esta lógica, cuando nuestra ingesta de energía es mayor que nuestro gasto calórico, subimos de peso, mientras que, si generamos un déficit calórico, perdemos peso.

Entonces ¿por qué no bajo?

Probablemente te ha pasado o conoces casos de personas con peso, edad y estatura similares, que se ponen a dieta, reducen calorías y aumentan ejercicio físico. Una de ellas pierde peso, mientras que la otra no.

¿Por qué sucede esto, si ambas generaron el mismo déficit calórico?

No somos una ecuación lineal de termodinámica

La respuesta es que el sistema metabólico del ser humano no es una ecuación lineal de termodinámica, en la cual solo las calorías modifican el resultado.

Nuestro sistema metabólico depende de varias otras variables que debemos manejar para lograr oxidar grasa y perder peso.

Como les comenté hace unos párrafos atrás, las reservas de grasa pueden generarse a partir de los hidratos de carbono y/o de los ácidos grasos que incluimos en nuestra dieta.

 ¿Quién controla este proceso?

Insulina: esta importantísima hormona, cumple una diversidad de roles. Entre otros, permite la utilización de la glucosa por nuestras células para producir energía. Asimismo, mientras está en circulación, prioriza el uso de la energía de los alimentos que acabas de consumir y, reduce la lipólisis. Es decir, el uso de las grasas acumuladas como energía. El objetivo de este proceso es impedir el uso de tus reservas energéticas para que las guardes para un período de “vacas flacas”…que nunca llega

¡No comas snacks ni meriendas!

La mejor manera de reducir el nivel de insulina es no comer.

Mientras más veces comas en el día, más frecuentemente estarás liberando insulina y, por lo tanto, aunque reduzcas tus calorías, reducirás también la probabilidad de perder peso.

Por eso es importante eliminar el hábito de consumir meriendas y snacks. Estos son innecesarios e impiden la pérdida de peso o, peor aún, contribuyen a subir de peso.

Cortisol:
el cortisol es una hormona muy importante que fluctúa en función del ciclo circadiano, nos permite estar alerta luego de despertar, media la respuesta inmunitaria y regula el metabolismo entre otros procesos. Asimismo, es la principal hormona involucrada en el proceso del estrés.
Cuando la insulina se encuentra elevada de manera crónica, estimula el metabolismo de carbohidratos y grasas para entregarnos energía inmediata y la liberación de insulina para mantener la glucosa en sangre estable. Esta combinación nos lleva a aumentar el apetito y antojos por cosas dulces y/o saladas y genera resistencia a la insulina con la consecuente acumulación de grasa y alza de peso.

Esta es una de las razones, entre muchas otras, para aprender herramientas para manejar el estrés, como el mindfulness, pasatiempos y movimiento físico.

En mi canal de YouTube encontrarás muy buenos tips para manejar el estrés. Puedes ver el video aquí

Testosterona: la testosterona cumple una diversidad de roles importantes tanto en hombres como en mujeres. Una de sus funciones más importantes es mantener la masa muscular, promover crecimiento muscular y densidad ósea.

La deficiencia de testosterona suprime el desarrollo y mantenimiento muscular, mientras que promueve la acumulación de reservas de grasa. Por eso es muy importante mantener niveles óptimos de testosterona para mantener una buena masa muscular y menor porcentaje de grasa.

El movimiento físico que promueve la fuerza y desarrollo muscular nos ayuda a aumentar el nivel de testosterona. Al promover el desarrollo muscular, aumenta nuestra capacidad para almacenar glucógeno y nos hacemos más sensibles a la insulina.

Asimismo, aumenta nuestra tasa metabólica basal y gastamos más energía, promoviendo de esta manera una menor acumulación de reservas y un cuerpo más magro.

Hormonas tiroideas: las hormonas tiroideas controlan la tasa metabólica, es decir la velocidad a la cual nuestro cuerpo utiliza energía. Cuando generamos hipotiroidismo, nuestra tasa metabólica basal disminuye, generando las condiciones propicias para subir de peso. Esto puede deberse a problemas inflamatorios, mala nutrición, dietas hipocalóricas, entre otras causas. Por eso importante entender cual es la raíz del problema, para encontrar la mejor solución.

Ciclo menstrual en la mujer: ¿Sabías que la capacidad del cuerpo femenino para oxidar grasas depende en gran medida de su ciclo menstrual?

Si dividimos el ciclo menstrual en dos grandes períodos, tendremos dos hormonas que dominan cada una de estas fases. Los estrógenos y la progesterona.

Ambas hormonas influyen directamente en la insulina y cortisol, que cumplen un rol regulador respecto de la acumulación y utilización de grasas.

Durante la primera mitad del ciclo, la hormona dominante es el estrógeno, aumentando la tolerancia al estrés y mejorando la sensibilidad a la insulina. Mientras que, durante la segunda mitad del ciclo, luego de la ovulación, la hormona predominante es la progesterona, que genera lo contrario.

Esto significa una oportunidad para las mujeres en su etapa fértil, para aprender a utilizar las diferentes etapas de su ciclo para una mejor utilización de las reservas de grasas y así, perder peso.

Microbiota intestinal: por si no lo sabías, nuestro ecosistema intestinal tiene un rol regulador de nuestro metabolismo y control de azúcar en sangre. Es más, la relación entre dos tipos de bacterias, firmicutes y bacteroides, determina nuestra capacidad de absorber calorías de las grasas.

¡Esta es una de las muchas razones por las que la salud intestinal es clave!

La solución está en crear y mantener salud

Como puedes ver, la ecuación metabólica para perder peso es mucho más compleja que solo contar calorías y hacer más ejercicio.

El sobrepeso es un síntoma, no la raíz del problema. Por lo tanto, mientras mantengamos el foco en el síntoma, continuaremos rebotando.

La solución tiene que ver con un cambio integral en nuestro estilo de vida y alimentación, en donde predomine una alimentación basada en alimentos reales y una vida en movimiento que potencie el desarrollo de un cuerpo fuerte y vigoroso.

Esta combinación te permitirá gozar de flexibilidad metabólica, es decir, la capacidad de nuestro cuerpo de utilizar las diferentes fuentes de energía (alimentos y reservas energéticas) de manera eficiente y en relación al contexto en el que te encuentres.

Te invito a que revises mis programas de alimentación que tenemos disponibles en kinucoaching.com a través de los cuales te ayudaré a implementar la alimentación que necesitas para crear y mantener salud.

3

PROGRAMA ONLINE:

Kinu Cycling
Baja de peso a través de ciclos de
alimentación keto y ayunos intermitentes.

Antojos y fuerza de voluntad

Antojos y fuerza de voluntad

¿Qué pasaría si te dijera que la falta de fuerza de voluntad no es realmente lo que te impide comer saludable?

Para muchos la clave está en descubrir lo que nos está faltando en nuestras vidas, manejar el estrés de mejor manera y desplazar esos viejos hábitos que ya no nos sirven.

Antojos y fuerza de voluntad 3

Alimentos GAS

A todos nos ha pasado alguna vez que no sabemos qué hacer para disminuir los antojos y ansias por comer esas cosas que sabemos nos hacen tanto daño, pizzas, papas fritas, helados, galletas, en fin la temida combinación que llamo alimentos G-A-S.

Los alimentos G-A-S son aquellos productos ricos en grasa, almidón/azúcar y/o sal. Esta combinación activa los centros de placer del cerebro a partir de la liberación de dopamina y, se nos hace muy difícil poder parar de comer. A mi me pasa con las papas fritas, a otros con el queso y a muchos con las cosas dulces.

Pero la razón primaria por la cual nos tentamos es otra. Tiene que ver con el condicionamiento cultural que nos lleva a buscar la gratificación rápida para no sufrir.

Lamentablemente no enfrentar el sufrimiento nos lleva a ignorar la raíz de nuestros problemas y así, perpetuamos este círculo vicioso de insatisfacción que genera ansiedad y que, a su vez, nos lleva a buscar gratificarnos con cosas que generan placer, como los alimentos G-A-S.

Entonces subimos de peso o nos cuesta un mundo adelgazar, vivimos con dolores de cabeza y otros malestares inespecíficos, no contamos con suficiente energía, nos cuesta tomar decisiones y la frustración se vuelve insoportable.

La raíz de tus problemas

Hay aspectos de tu vida que necesitas transformar que son muy fáciles de identificar, como por ejemplo tu peso actual. Si estás descontento con tu peso, este factor saltará a la vista como una variable que requiere atención. Sin embargo, hay otros aspectos de tu vida que son importantes de considerar y que podrían estar influyendo enormemente en cómo llevas tu alimentación, pero que son mucho más sutiles y, por lo tanto, más difíciles de identificar. Estos ámbitos están relacionados, de manera usual, con los pilares de nuestro estilo de vida que incluyen:

  1. Profesión u ocupación
  2. Relaciones interpersonales
  3. Movimiento y salud
  4. Propósito en la vida/espiritualidad. Esto no significa necesariamente profesar una religión, sino aquello que nos alimenta el alma. Por ejemplo, el arte y la meditación.

Cuando uno o más de estos pilares está insatisfecho, a menudo tendemos a compensar esa insatisfacción con alimentos y otras cosas que nos calman temporalmente, pero que nos enferman en el largo plazo.

La comida emocional nos afecta a todos en mayor o menor medida.

Los malos hábitos alimenticios son un síntoma, que como hemos visto son un problema de otra naturaleza, que debemos explorar para identificar que es lo que estamos evitando o reemplazando con la comida.

Por lo general, son hábitos que hemos llevado durante mucho tiempo y que son difíciles de reeducar.

Si estas conductas te están causando sufrimiento y, quieres llegar a la raíz del problema en lugar de intentar otra dieta, te invito a que explores dentro de ti.

Busca patrones de comportamiento que te den las claves para identificar las emociones que te llevan a buscar los alimentos emocionales.

Es quizás soledad, insatisfacción laboral, falta de una misión en la vida, o baja autoestima lo que te lleva a comer chocolate o helado. O quizás una copa de vino en las noches calma el dolor que se sientes cuando te das cuenta que tu pareja no es en realidad quien debe acompañarte el resto de tu vida.

Cuando comiences a examinar los sentimientos detrás de tu comportamiento frente a la comida, puede que descubras que permitirte llorar o conversar sobre tus emociones con alguien querido sea una mejor respuesta. Puede que estés comiendo por aburrimiento y estés necesitando desarrollar un pasatiempo que llene tu espíritu.

El Método Kinu® te puede ayudar

Ya sea que lo que necesitas encontrar es tu propósito en la vida, poder expresar tu creatividad, explorar tu lado espiritual o simplemente tener más alegría en tu vida; encontrar lo que te hace falta y que estás reemplazando con comida, no tiene que ser abrumador ni difícil.

Es por eso por lo que, en todos mis programas de alimentación y estilo de vida, utilizamos el Método Kinu®, que nos permite reflexionar acerca de esto y contar con las herramientas para no solo implementar un estilo de alimentación basado en alimentos reales, sino también comenzar el proceso de descubrimiento que nos permitirá romper con el círculo vicioso que genera la comida emocional.

Algunos tips muy útiles

A continuación, te dejo algunos tips para que puedas diferenciar el hambre físico del hambre emocional.

Hambre Emocional

  • Aparece de manera repentina
  • Antojos por cosas específicas
  • Insaciable, no se acaba luego de comer
  • Comes en piloto automático

Hambre Física

  • Se manifiesta de manera gradual
  • Lo calmas con una variedad de alimentos
  • Luego de comer desaparece
  • Comes con mayor consciencia

Cómo comenzar a resolver tus antojos

Una buena manera de comenzar es llevando una bitácora donde registres tu comportamiento respecto de la comida, tus emociones y el contexto en que estas se generan. Verás cómo encontrarás las soluciones que necesitas dentro de ti.

Te invito a revises mi programa 28 días sin azúcar, que te ayudará a pasar por las diferentes etapas que se requieren para lograr hacer el cambio a una alimentación sana y consciente, rompiendo con esos viejos hábitos que ya no te sirven, creando nuevas maneras que te permitan continuar avanzando en tu desarrollo personal.

Únete a mi plan personalizado de entrenamiento y alimentación:

Aprovecha un 30% en tu primer mes con el código 30KF

Puedes verte y sentirte bien. ¡A cualquier edad!

Establece objetivos, pero enfócate en crear hábitos

Es muy importante establecer objetivos claros y específicos respecto de lo que queremos alcanzar. Tal como nos recuerda Seneca, No hay viento favorable para el barco que no sabe adónde va.

Cuando tenemos una visión clara respecto de dónde queremos llegar, las posibilidades se vuelven más reales. Cuando nos comprometemos con nuestros objetivos, nos hacemos imparables.

Pero, sin importar cuan bien hayas establecidos tus objetivos, si no te enfocas en desarrollar y cimentar los hábitos diarios para lograrlos, nunca los alcanzarás.
Entonces, lo importante es tener nuestros objetivos presentes, como una especie de brújula, pero el foco debe estar en hacer el trabajo diario requerido para llegar al destino.

Espero que estos 3 tips te sean de ayuda para este 2023 que se aproxima, y así hagas del nuevo año, el mejor de tu vida.

7 factores que impiden la pérdida de peso y qué hacer al respecto

7 factores que impiden la pérdida de peso y qué hacer al respecto

Quizás la mejor manera de perder peso es evitar las dietas y hacer un cambio real hacia una alimentación basada en alimentos de verdad, simples y deliciosos dentro de un estilo de vida donde prime el movimiento.

Hay ciertos factores que inhiben la pérdida de kilos como por ejemplo:

1.- Consumo de productos procesados y azúcar

7 factores que impiden la pérdida de peso y qué hacer al respecto 4

2.- Vida saludable de lunes a viernes

7 factores que impiden la pérdida de peso y qué hacer al respecto 5

3.- Falta de sueño

7 factores que impiden la pérdida de peso y qué hacer al respecto 6

4.- Estrés crónico

7 factores que impiden la pérdida de peso y qué hacer al respecto 7

5.- Hacer dieta

7 factores que impiden la pérdida de peso y qué hacer al respecto 8

6.- Sedentarismo

7 factores que impiden la pérdida de peso y qué hacer al respecto 9

7.- Falta de proteína en la dieta

7 factores que impiden la pérdida de peso y qué hacer al respecto 10
Minimiza el consumo de comida chatarra, productos procesados y carbohidratos refinados (altos en almidón), pues no generan saciedad y exacerban el hambre. Nos llevan a comer de más y a subir de peso.

No restrinjas calorías: si bien restringir calorías te llevará a bajar de peso rápidamente, tu metabolismo basal se adaptará y tu peso se estancará.

Aumenta consumo de proteína: las proteínas son la mejor fuente de saciedad, y además apoyan al desarrollo muscular promoviendo un mejor metabolismo.

Muévete: en lugar de concentrar tú esfuerzo físico durante 1 hora 3 veces a la semana, preocúpate de agregar movimiento en tu vida todos los días. Camina lo que más puedas, sube las escaleras en lugar de los ascensores, limpia las ventanas, lava el auto, juega con tus hijos.

Lo más importante: no te preocupes de perder peso, enfócate en ganar salud.

Este artículo también fue publicado en AlfombraRoja

3

PROGRAMA ONLINE:

Kinu Cycling
Baja de peso a través de ciclos de
alimentación keto y ayunos intermitentes.

4 claves para controlar el peso en vacaciones

4 claves para controlar el peso en vacaciones

A muchos de nosotros nos encantan las vacaciones de verano, es la oportunidad para compartir con la familia y amigos en un ambiente sin estrés y mucho más relajado.

Pero muchos terminan comiendo y bebiendo más de la cuenta como una manera de desestresarse y escapar del ajetreo del año. Lamentablemente, esta situación nos lleva a echar por la borda nuestros propósitos de salud para el nuevo año.

A continuación, te dejo una práctica guía para evitar que las vacaciones descarrilen tu peso y salud.

4 claves para controlar el peso en vacaciones 11
  1. Movimiento al levantarse: comienza tu día con una caminata de 20 a 30 minutos. La playa, el campo y la montaña, nos entregan el ambiente ideal para este tipo de actividad. Y, si estás en la ciudad, puedes caminar en un parque o simplemente por la calle. Caminar no solo nos ayuda a relajarnos y a reflexionar sobre nuestra vida, sino que además mejora la sensibilidad a la insulina.
  2. Hidratación: preocúpate de consumir suficiente líquido durante el día. En la época estival, cuando los días son más calurosos, es importante hidratarse. Más aún si quieres bajar de peso, pues muchas veces la sed se manifiesta como hambre, y hace sentido que sea así. Durante al menos el 99% de nuestra evolución, no teníamos acceso inmediato al agua y, por lo tanto, parte de nuestra hidratación la obteníamos a partir de los alimentos. Cuando sientas hambre entre comidas, bebe un vaso de agua.
  3. Come para nutrirte, no para llenarte: al momento de comer, conéctate con la experiencia de alimentarte. Pon atención a lo que el alimento te produce. Antes de comer, haz una pausa y siente el hambre ¿es hambre físico? ¿O se trata de inercia de viejos hábitos que ya no te sirven?¿O es hambre emocional? Si es hambre físico, entonces come, disfruta de la comida, e intenta identificar cómo se siente la sensación de saciedad. Una vez que estés saciada, deja de comer.
  4. Apoya tu digestión: una de las razones que nos puede llevar a tirar la toalla, es sentir hinchazón, gases y síntomas de colon irritable. Para prevenir dichos síntomas haz lo siguiente:
    1. Come de manera pausada.
    2. Mastica la comida
    3. Come primero las proteínas y verduras (fibra), pues esta combinación es la más saciadora y así, evitarás comer de más y llenarte con carbohidratos refinados.
    4. Evita la combinación de G-A-S: grasas, azúcar (o almidón) y sal. Cualquier combinación de estos elementos, nos puede llevar a darnos atracones de comida con sus conocidas consecuencias.
    5. Monitorea tu consumo de alcohol: no olvides que el alcohol causa una postergación del uso de las grasas y carbohidratos para generar energía y, por lo tanto, te lleva directamente a subir de peso.
Lo más importante, es tomar la oportunidad durante las vacaciones de reflexionar acerca de cómo queremos que sea nuestra vida y qué necesitamos hacer para lograrlo, en lugar de escapar de ella por 2 o 3 semanas. Y para lograrlo, necesitamos claridad que la entrega la salud física, anímica y cognitiva, que se alcanza con un estilo de vida donde prime el movimiento y la reflexión y, una alimentación basada en alimentos reales.   Este artículo también fue publicado en NuevaMujer.cl  
3

PROGRAMA ONLINE:

Kinu Cycling
Baja de peso a través de ciclos de
alimentación keto y ayunos intermitentes.
Cómo bajar de peso

Cómo bajar de peso

Me ha tocado conocer la experiencia de [email protected] personas que intentan bajar de peso haciendo dietas donde restringes calorías y aumentas el ejercicio físico.

El nivel de frustración es súper alto porque no logran alcanzar sus objetivos ?‍ O no bajan de peso o, si lo logran, rápidamente lo recuperan.

El concepto de cerrar la boca y aumentar el ejercicio físico, está basado en que si creamos un déficit calórico, naturalmente bajaremos de peso.

Pero nuestro sistema metabólico ¡es muchísimo más complejo que una simple ecuación de termodinámica! (gastar más calorías de las que consumimos).

El ser humano ha podido sobrevivir a glaciaciones, sequías extremas y puede habitar en todo tipo de climas por una razón, la enorme capacidad de adaptación de nuestro organismo, incluyendo nuestro metabolismo.

Entonces si llevas una dieta hipocalórica y aumentas tu actividad física, estarás generando estrés metabólico. Tu organismo entrará en modo de supervivencia para evitar la inanición, aumentará el hambre y, al cabo de unos pocos días, tu metabolismo basal se adaptará y comenzará a utilizar menos energía.

Tu motivación por ir al gimnasio se reducirá, aumentarán tus ansias por comer y no te sentirás [email protected] aunque hayas comido.

Sin energía y ganas de comer, tiras la toalla, abandonas, vuelves a comer, con un metabolismo más lento, pérdida de masa muscular y aumento de tejido adiposo.

Y se genera el temido efecto rebote (en un 95% de los casos).

La mejor manera de bajar de peso, no es contando calorías, que es una invención humana, como el tiempo (1 caloría es la energía necesaria para aumentar la temperatura de 1 gramo de agua en 1C).

La manera de bajar de peso de manera gradual y sostenible en el tiempo, es implementar un estilo de alimentación basado en alimentos reales, en donde predominen las verduras de todo el espectro de colores, grasas saludables, algo de proteínas y carbos en base a tu actividad física y tolerancia.

Una alimentación saludable genera saciedad, en particular la fibra y proteína. Y lo mejor es que ese hambre perpetuo se acaba.

Si necesitas ayuda  envíame un correo a [email protected]

3

PROGRAMA ONLINE:

Kinu Cycling
Rompe con la adicción y aprende a llevar una alimentación saludable.

Selecciona tu moneda