Imagina por un momento…
Imagina por un momento que vives en una pequeña cabaña de troncos de solo un ambiente.
La cabaña es pequeña, pero muy linda, en particular cuando ya cae el sol y el fuego de la chimenea alumbra el espacio con una luz ancestral.
La cabaña en la que ahora vives está enclavada en la ladera de un bosque verde, hermoso y muy extenso. Tan extenso, que no hay manera de salir de él.
La cabaña cuenta con lo básico. No hay mayores lujos.
Hay una cama muy cómoda, una mesa con un par de sillas, una cocinilla con un quemador, una sartén, y una nevera pequeña, además de algunos utensilios como cubiertos y un par de platos.
Por las noches puedes escuchar la suave brisa moviendo las hojas de los árboles que te permiten descansar profundamente.
Luego, por la mañana, el trinar de los pájaros, acompañado por los rayos del sol y el aroma de los árboles y flores, te despiertan para comenzar un nuevo día.
La simplicidad también alimenta
Y en ese mismo entorno simple y perfecto, también tu alimentación se simplifica.
No hay tentaciones, ni supermercados, ni infinitas opciones que confundan.
Solo lo esencial.
En este bosque paradisíaco solo hay tres alimentos. Nada más que tres.
Carne de venado, papas y palta (aguacate).
Estos alimentos te entregan todo lo que necesitas: proteínas de la más alta calidad, hidratos de carbono, grasas saludables, fibra y micronutrientes.
Además, al ser tan densos en nutrientes, el nivel de saciedad que experimentas es total.
No existen redes sociales. No hay posibilidad de otras opciones para comer ni en qué cocinar.
¿Sería más fácil o más difícil perder peso?
En esta situación hipotética, ¿crees que perder peso se te haría más difícil o más sencillo?
Piénsalo bien.
A mi parecer, se te haría significativamente más sencillo.
La libertad que creemos tener en la sociedad actual, que nos presenta ilimitadas opciones para lo que queramos, es en realidad una ilusión…
y nos transforma en esclavos del costo de oportunidad.
El costo de tenerlo todo al alcance
El costo de oportunidad es el valor de la mejor alternativa que se deja de lado al tomar una decisión.
Y cuando estás comiendo tu plato hipocalórico para perder peso porque se acerca el verano, tienes rondando en tu cabeza —como una mosca en un día de calor— el chocolate o la copa de vino que está a solo un botón de distancia.
Esa opción real y conveniente, que podría llenar el vacío que sientes aunque sea por unos segundos, te hace dudar de la decisión que tomaste para mejorar tu salud y tu autoestima.
Y finalmente… te rindes.
No eres más que un esclavo de las infinitas opciones, que te llevan a la vacilación y al titubeo sin fin.
Un verdadero infierno.
Menos opciones, más libertad
No lo olvides: a menor número de opciones, mayor libertad tendrás.
Y la buena noticia es que esa hermosa cabaña enclavada en ese majestuoso bosque, donde todo es más sencillo, puedes crearla en tu mente.
Tal como hacía Marco Aurelio, emperador de Roma, que encontraba cobijo, tranquilidad y sosiego en una fortaleza impenetrable: el refugio seguro de la propia mente, inmune a las perturbaciones externas.
No es un lugar de escape, sino un espacio construido mediante el dominio de los juicios y las pasiones, desde donde se puede vivir con serenidad y actuar según lo que es importante para ti.
Fortaleza mental: el verdadero cambio
Así, mis alumnas y alumnos aprenden a utilizar estos conceptos en su vida.
No solo les ayudan a perder grasa, recuperar músculo, salud y confianza, sino también a desarrollar fortaleza mental y habilidades transferibles a todas las áreas de su vida.
¿Y tú?
¿Quieres aprender a utilizar la alimentación y la actividad física como herramientas para fortalecer tu mente y tu espíritu?
Conoce nuestro programa KINU360, que está ayudando a muchas personas como tú a darle un vuelco a su vida y su salud.