Lo que comes, determina cuánto comes

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El mayor problema de contar calorías y medir macronutrientes en tu alimentación, es que corres el riesgo de transformar una experiencia integral y sensorial en una racional que te impida tomar decisiones de manera autónoma.

Cuando nos alimentamos, nuestro organismo nos entrega información a través del sistema nervioso y endocrino para que tomemos decisiones respecto de qué comer, cuánto y cuándo comer. Esta información se manifiesta con la sensación de hambre físico, saciedad, sed, etc.

Si ponemos atención a la experiencia de alimentarnos, aprendemos a identificar dichas sensaciones y por lo tanto:

  • Podemos diferenciar entre hambre físico y emocional o producto de antiguos hábitos,
  • Reconocemos la sensación de saciedad y entonces entendemos cuánto comer,
  • Identificamos correctamente la sed, que muchas veces está disfrazada de hambre, entre muchas otras cosas.

¿Qué pasa cuando contamos calorías?

Primero debemos entender de que no hay nada de malo en contar calorías. De hecho, puede ser una excelente herramienta a la hora de perder peso, pues te ayudará a tener mayor información y consciencia de tu ingesta de alimentos para lograr el déficit calórico necesario para adelgazar.

Pero estos beneficios prácticos son de corto plazo. Y cuando conviertes a la herramienta en un fin en sí mismo, y el contar calorías y medir macronutrientes toma control de tu alimentación, transformas una experiencia integral en racional, con la consecuente desconexión de las sensaciones del cuerpo y la incapacidad de tomar decisiones autónomas.

La manera de bajar de peso (grasa) de manera gradual y sostenible, es implementar un estilo de alimentación basado principalmente en alimentos reales. Estos alimentos generan saciedad más rápido, por lo tanto, comes menos y te nutres más.

Si a su vez, lo combinas con movimiento físico que promueva el desarrollo muscular, conseguirás aumentar tu tasa metabólica basal y alcanzar un balance energético que promueve un cuerpo magro y vigoroso.

Si eliges bien qué alimentos consumir, generas saciedad, no comes más de la cuenta y reduces tu ingesta calórica sin pasar hambre. Ahora te cuento por qué…

Lo que comes determina cuánto comes

En mayo de 2019 el NIH de USA publicó el primer estudio aleatorio controlado en seres humanos, en donde compararon el efecto de la alimentación basada en productos ultraprocesados (ej: pan de molde integral, aderezos para ensaladas, aceites vegetales refinados, quesos crema entre otros) y productos con un mínimo proceso.

Resultó que cuando los participantes se alimentaban de productos ultraprocesados, por ejemplo un bagel con queso crema y tocino, terminaban comiendo 500 calorías más por día que cuando consumían productos con un mínimo proceso y obviamente subían de peso. No obstante ambos tipos de alimentación contenían el mismo aporte calórico y distribución de macronutrientes.

¿Por qué sucede esto?

Porque los productos ultraprocesados nos llevan a no poder parar de comer, es decir no generan saciedad y terminamos comiendo más de la cuenta. Asimismo, contienen más calorías por unidad y por lo tanto consumimos calorías más rápido. Es importante destacar que todo el exceso calórico provenía exclusivamente de carbohidratos y grasas, nunca de proteínas.

Mientras que los alimentos con poco proceso e idealmente alimentos reales sin proceso alguno, generan saciedad (en particular las proteínas y fibra), por lo tanto comemos menos sin esfuerzo.

¿Y qué hago para solucionarlo?

Eso es lo que aprendemos en mis programas online en Kinu Coaching, a implementar una alimentación basada en alimentos reales, en donde dejas atrás los productos con sabor a alimento, y aprendes a utilizar la alimentación como una herramienta para el logro de tus objetivos de salud y bienestar.

Establece objetivos, pero enfócate en crear hábitos

Es muy importante establecer objetivos claros y específicos respecto de lo que queremos alcanzar. Tal como nos recuerda Seneca, No hay viento favorable para el barco que no sabe adónde va.

Cuando tenemos una visión clara respecto de dónde queremos llegar, las posibilidades se vuelven más reales. Cuando nos comprometemos con nuestros objetivos, nos hacemos imparables.

Pero, sin importar cuan bien hayas establecidos tus objetivos, si no te enfocas en desarrollar y cimentar los hábitos diarios para lograrlos, nunca los alcanzarás.
Entonces, lo importante es tener nuestros objetivos presentes, como una especie de brújula, pero el foco debe estar en hacer el trabajo diario requerido para llegar al destino.

Espero que estos 3 tips te sean de ayuda para este 2023 que se aproxima, y así hagas del nuevo año, el mejor de tu vida.

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8 respuestas

  1. Empiezo mi tercera semana y debo decir que hay sido todo maravilloso. La información es poder, dicen. A quienes se lo están pensando…. no se arrepentirán. 🙂
    Saludos.

    1. Felicitaciones Alejandra!!!! Muchas gracias por compartir tu experiencia que sin duda es un gran motivador para quienes están comenzando!
      saludos!!
      Matías

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